Esta es mi historia en la búsqueda de su carro para pista. Lean la historia, que está por demás interesante. originalmente la publique en el foro del club toyota en enero del 2010 pero lamentablemente lo borraron asi que publique un backup en mi blog…
Bueno despues de mucho tiempo de buscar y buscar, resulta que en un paseo a la playa, encontré lo que no andaba buscando ese día
Como caído del cielo, paramos en un pequenho súper para comprar algunos víveres, y esperando en el parqueo a la par mia se estacionó un Celica liftback, no pude resistir bajarme y platicar con el dueño y la pregunta de rigor fue: “hey don, ¿vende el carro?”… a lo que me respondieron “Bien, lo estoy vendiendo”.
Curiosamente el carro no andaba rótulos de se vende, le pedí el número de teléfono y quedamos que los primeros días del año lo ibamos a negociar. Sin embargo no se me ocurrio tomarle fotos
Otro día iba para la playa, y hasta que ya iba llegando decidí llamarle para ponernos de acuerdo y poder de esta forma tomarle un par de fotos… y resulta que cada vez que llamaba me salía red ocupada y nunca pude contactarlo. Pasaron los cuatro días que estuve en la playa y sin conseguirlo, el 30 de diciembre regresando a San Salvador me detuve en un taller para preguntar, les describi el carro para ver si lo conocian, y dudaban, pero me dijeron que si lo veian le iban a decir que me llamara.
El tiempo pasaba y ya me estaba desesperando ya que habia perdido la forma de contactar al dueño
El 31 de diciembre me tocó ir a traer al aeropuerto, y de regreso decidí pasar por el taller de nuevo a preguntar. Ya de día y con la mente fresca les describi el carro y al dueño, y me dijeron que pensaban que podía ser alguien que conocían. Le pedí de favor al señor del taller que me llevara, lo cual accedió, y terminamos en la casa del dueño del Celica (para mi alivio).
Ahora sí me dieron bien el número de teléfono (que por cierto había grabado mal) y el 1 de enero de empezamos el año nuevo con la compañía de unos amigos toyoteros, con la cacería del dragón.
Montamos nuestros blancos corceles…
…y emprendimos un largo viaje a tierras lejanas… para rescatar a este pobre dragón y reclutarlo al Club. Sus condiciones no son precisamente las mejores, pero qué podíamos esperar de un dragón nacido en el 77 😀
Lo negociamos y ahora ya se encuentra tratado. Será este martes cuando el dragón vendrá a la capital para pasar a mis manos, y a partir de este momento, su vida no volvera a ser igual 😉
Si todo sale bien, el carro lo destinaré a restauración. Me gusta mucho y lo quiero poner bonito, pero como eso requiere tiempo y dinero, mientras no tenga para restaurarlo lo voy a correr en El Jabalí cuando pueda, así como esta